7 de diciembre de 2010

Reflexión Nada Es Vacío

Martes 23 de Noviembre, 2010

nada es vacío

El espacio es lo más parecido a una paradoja vivida. Es como escribir: “esta frase es falsa” y decir al leerla que no existe. En el Performance y Exposición Fotográfica: Nada es Vacío,presentado el viernes pasado en Don Apolonio, por Amira Ramírez; lo que más me hacía preguntas justo era el titulo…nada es vacío.

… o sea ¿cómo? ¿Todo está lleno?

En el espacio, la forma tiene un lugar inclusivo o exclusivo en relación a los límites de las cosas. Todo el espacio está lleno de objetos que lo ocupan: mesas, sillas, personas, botellas, bancas, buses, perros… y el espacio que existe entre ellos también es una forma que los “llena”. El espacio es ocupado y vaciado de un solo jalón y así también es experimentado y vivido. De alguna manera, como en las paradojas, es un lugar inseparable de sí mismo, en el que su inmediatez provocada por el lleno-vacio (verdadero/falso) lo hace algunas veces, demasiado tricky de entender y ver.

Nada es Vacio es una obra experimental y sumamente lúdica. En la que Amira se estrena como Directora; El cuento, comienza a contarse con un par de solos, cuerpos vestidos de líneas negras, al parecer resortes, que se estiran y encojen en cada movimiento que hacen sus ejecutantes. Introducción que al parecer hace una metáfora respecto al espacio, sobre el lleno y el vacio hecho en cada uno de sus movimientos.

Para la siguiente parte del performance, ayudado por cortos videos, proyectados en ¾ partes del lugar, la nada es vacio, ahora se personifica por medio de 4 protagonistas: El Caballo, La Rana, El Conejo y la Dama. Los que al parecer ahora representan el vacío desde una perspectiva metafísica.

Los personajes parecen casi salidos de La Historia sin fin, con mascaras de colores y de rasgos de cada uno, de los personajes (Caballo, Rana, Conejo y Dama). Van narrando su propia vivencia, aceptación o resignación respecto a la “lucha” contra la grandiosa nada, y como Bastian el de la Never Ending Story, hacen de esta parte del performance, una parte mucho más lúdica y fantasiosa, una que vive el vacio y el lleno como la paradoja medio revuelta que es. Sin cuestionarse tanto si todo está o debiera estar lleno.

Beau Gosse en Balade