Imparte: Marsantonelo (productor visual y Editor de contenidos)
Días: 7 y 9 de Mayo
Horario: 5 a 7 PM
Costo: $400
En este taller se buscará generar un análisis del contexto musical, los modelos en los que se basa la industria y la tecnología que se utiliza para su difusión para explorar nuevas posibilidades en la producción, creación y difusión del video musical.
El taller formará parte de la semana del "Productor como Wedding Planner" en la que se llevará a cabo una mesa redonda del mismo nombre con Eduardo Ramírez y Diana Cuéllar, y la exposición-flujo "imágenes en tránsito" y taller "None cero Band" del artista Marsantonelo.
El productor como wedding planner (fragmento)
Hace unos días apunté en mi cuaderno, “Proyecto: Producir conversaciones. Formar grupos de discusión. Crear un núcleo activo que produzca contenidos y que opere como motor de proyectos”...
Los cambios en el modelo de productor, que se han descrito, corresponden a cambios en los medios de producción o a la emergencia de una nueva función social –El autor como productor, W. Benjamin–, a cambios en las estructuras de conformación del sujeto –El artista como etnógrafo, Hal Foster– o a un cambio en sus prácticas –El artista como DJ, Bourriaud.
El estatuto de productor está en estrecha relación con las transformaciones que se dan en la sociedad. Si concibe que su trabajo es parte de un gremio de cantereros, que depende de una destreza técnica por medio de la que se encauza una genialidad, que debe estar integrado a disciplinas como el diseño industrial y el gráfico, si es una labor meramente mental y decide dedicarse a jugar ajedrez… está manifestando un modelo conformado socialmente en base a sus idealizaciones, tipo de producción social o los paradigmas con los que se conforma su realidad.
La personalidad flexible que Brian Holmes propone –sujeto multihabilidad, que desarrolla un trabajo autónomo, trabaja en casa, por proyecto y depende de sus habilidades de networking– tiene su manifestación en el productor cultural que, al mismo tiempo que es productor visual, es rocker, tiene un café o centro cultural alternativo en la sala de su casa o desterritorializado en lo digital, dirige un proyecto de video, es curador, pertenece a varios colectivos, tiene un programa de jóvenes coleccionistas, es diseñador gráfico, organiza eventos efímeros o en sitio específico y, en sus tiempos libres, da clases en universidades o particulares en su taller…
A este multichambismo le llamamos wedding planner. Los wedding planners trabajan para que otros gocen, son en quienes recae toda la responsabilidad del evento pero que no gozan de crédito ni disfrutan de la experiencia, son quienes hacen el trabajo sucio para alguien que puede pagar por no someterse a esa experiencia, a esa tensión que genera la responsabilidad de la producción cultural.
Más que organizar una exposición o evento que afirme el lugar del productor como centro del fenómeno, más que ser quien se celebra en una exposición, el productor operaría una serie de momentos en los que pueda funcionar como anfitrión.
Lo que define al productor será generar conocimiento, saber que los contenidos son creados por los espectadores.
Éste será sobre todo un espacio de reflexión crítica que abra la posibilidad de repensar, rearticular, las relaciones, simbolizaciones, prejuicios, estructuras, intercambios, mitos, que instituyen el circuito del arte.
El propósito es invitar al público a reflexionar sobre la banalización de los espacios culturales, así como sobre los abusos en la utilización de términos mal comprendidos que, ante la ignorancia y el oportunismo de los miembros del medio cultural, intentan llenar, con estrategias especulativas y discursos vacíos, los espacios no habitados del circuito cultural.
Parece que el espectador puede ser el nuevo aliado al que los productores tienen que referirse para contrarrestar la marea institucionalizante y estéril de eventos en los que la producción cultural se pauperiza al contribuir a la construcción del capitalismo cultural.
¿Habrá productores capaces de asumir el reto?
-Eduardo Ramírez
Marsantonelo
Vive y trabaja en Monterrey, Nuevo León.
Productor y Editor de contenidos. Estudió la licenciatura de Artes Visuales y Mediáticas en CEDIM. Miembro de La Orgía, arte contemporáneo. Desarrolla el proyecto None Cero (None Cero Band, None Cero Gallery). Ha participado en exposiciones colectivas en Barcelona (Es), Saint Etienne (Fr) y MUCA Roma (Mx) y trabajado con curadoras como Paola Santoscoy y Jeniffer Teets. Ha colaborado en gestión y microcuradurías en las exposiciones de Raúl Cerrillo, Alejandro Núñez Ferrara y diversas exposiciones colectivas.
Inscripciones y más información mandando un mail a donapolonio@gmail.com